Más allá del plástico de burbujas: Consejos para enviar miniaturas

Herramientas esenciales para embalar y enviar miniaturas

Para enviar miniaturas con éxito hay que elegir los materiales adecuados para un embalaje seguro. Es esencial utilizar cajas resistentes del tamaño adecuado para las miniaturas.

Lo ideal es que estas cajas sean lo suficientemente robustas como para soportar caídas o aplastamientos accidentales, pero lo suficientemente pequeñas como para minimizar cualquier movimiento innecesario de la miniatura en su interior. Demasiado espacio dentro de la caja puede causar tanto daño como demasiado poco.

Los materiales de relleno son igualmente importantes. El plástico de burbujas es una opción popular, ya que ofrece una excelente amortiguación y absorción de impactos. Los insertos de espuma y el papel de seda también ofrecen una buena protección.

Técnicas para proteger las miniaturas

Asegurar las miniaturas dentro de su embalaje es otro aspecto vital para un envío seguro. No basta con rodear las miniaturas de relleno y esperar lo mejor.

Un enfoque más eficaz consiste en colocar cuidadosamente cada modelo dentro de la caja para minimizar el riesgo de daños. Por ejemplo, es aconsejable colocar las partes más resistentes de las piezas contra los laterales de la caja, y las más delicadas bien acolchadas en el centro.

Colocar materiales como espuma, plástico de burbujas o papel de seda entre los distintos modelos puede evitar que se golpeen entre sí durante el transporte. Acuérdate también de rellenar los huecos de la caja con acolchado adicional para reducir el movimiento.

Aquí va nuestro sistema de embalaje que hemos perfeccionado con los años:

1. Escoge una caja que tenga las dimensiones suficientes para contener los modelos a enviar pero que sobre un poco de espacio para poder acolchar entre las miniaturas y la caja.
2. Cuando se trata de enviar un ejército entero o una variedad de miniaturas de distintos tamaños entre ellas lo ideal es plantear la distribución en la caja antes de empezar a empaquetar. Siempre empezamos por las miniaturas de mayor tamaño y dejamos las más pequeñas para el final.
3. Recorta unos trozos de papel de burbujas del ancho de la caja que vas a usar y del largo necesario para dar entre 3 y 4 vueltas alrededor del modelo. Esto lo hacemos de esta manera para evitar movimiento dentro de la caja una vez empaquetado.
4. Sobre el recorte de papel de burbuja coloca tantas miniaturas como quepan dejando mínimo 1 centímetro entre ellas, luego empieza a enrollar.
5. Una vez hayas dado la primera vuelta vuelve a colocar otra fila de miniaturas y de nuevo otra vuelta más. Si las miniaturas son muy irregulares puedes dar 2 vueltas entre fila y fila. Haz esto hasta acabar el largo del trozo de papel de burbuja.
6. Antes de colocar ninguna miniatura en la caja siempre forramos el interior con espuma de esta forma amortiguamos de los golpes exteriores.
7. Coloca este primer rollito de miniaturas dentro de la caja y ves con el siguiente. Una vez tengas todos los rollos en la caja si quedase algún espacio vacío lo rellenamos o bien con espuma o con bolsas de aire si son espacios muy grandes.
8. Antes de cerrar el paquete con cinta nos aseguramos de que no haya ninguna holgura dentro, para eso agitamos levemente el paquete en varias direcciones y no se debe escuchar ningún ruido. En caso de escuchar algún movimiento seguimos rellenando los espacios huecos con material que amortigüe. Debemos conseguir que no haya ningún movimiento pero que no haya demasiada presión o alguna pieza podría estropearse.
9. Una vez todo bien asegurado llega el momento de cerrar el paquete, para eso usamos siempre cinta de alta resistencia y varias vueltas, cerramos bien todas las esquinas para evitar que se abra el paquete en ningún momento. Y eso es lo que hacemos para embalar y enviar miniaturas aquí en el estudio.

Envío de miniaturas de gran tamaño

El envío de miniaturas más grandes o voluminosas presenta retos adicionales. Estos modelos suelen tener detalles más intrincados y elementos que sobresalen, lo que aumenta el riesgo de daños. También suelen requerir cajas más grandes, lo que puede aumentar los gastos de envío. Para solucionar estos problemas, considere la posibilidad de utilizar plantillas de espuma hechas a medida que se ajusten perfectamente al modelo y le proporcionen una mayor protección. Otra técnica que vale la pena considerar es el embalaje doble, en el que el artículo se embala primero en una caja más pequeña, que luego se coloca dentro de una caja más grande rellena con acolchado protector.

Elección del servicio de envío y seguimiento adecuados

La elección del servicio de envío puede influir considerablemente en la llegada segura de las miniaturas. Los distintos transportistas ofrecen servicios variados, cada uno con sus pros y sus contras. Los factores a tener en cuenta son el coste, la fiabilidad, el tiempo de tránsito y las opciones de seguro disponibles. Las experiencias personales y los comentarios de otros aficionados también pueden ofrecer información valiosa. Un consejo: cuanto menos tiempo tarde el envío en llegar a su destino, mejor; menos días en tránsito significan menos posibilidades de sufrir un accidente.

Optar por un servicio de envío con seguimiento le permite controlar el progreso de su paquete y puede proporcionarle tranquilidad. También puede ser útil en caso de que surja algún problema durante el tránsito, ya que le permite intervenir lo antes posible.

Etiquetado y marcado de paquetes

Etiquetar correctamente los paquetes es un pequeño paso que puede contribuir en gran medida a garantizar la entrega segura de las miniaturas. Marque claramente el paquete con la dirección completa del destinatario y su propia dirección de devolución. Asegúrate de incluir todas las declaraciones de aduanas necesarias si realizas envíos internacionales. También es una buena práctica etiquetar la caja con advertencias como “Frágil”, “Manipular con cuidado” o “No apilar”. Aunque no son infalibles, estas marcas pueden llamar la atención sobre la necesidad de una manipulación cuidadosa durante el transporte y reducir potencialmente el riesgo de daños.