Briefing del cliente

Bajo el estandarte de la cruz: Templarios Negros al estilo grimdark

Todo comenzó cuando este cliente, un apasionado de los Templarios Negros, se puso en contacto con nosotros buscando algo más que un simple trabajo de pintado. Había visto nuestro trabajo en redes sociales y quedó impresionado con nuestra capacidad para personalizar y dar vida a miniaturas con un estilo propio.
Su idea era clara: quería un ejército completo que capturara la esencia de los Templarios Negros, pero con un giro personal. Nos pidió algo inspirado en los trabajos grimdark de John Blanche, con armaduras blancas marfil y detalles en rojo vino. Además, quería un nivel de personalización extremo, con elementos como cadenas, tabardos, cruces, calaveras y velas en cada figura.
Desde el primer contacto, se notaba su pasión por los detalles. Nos pidió no solo que personalizáramos las miniaturas, sino también que desarrolláramos un esquema de color perfecto para su visión. Tras varias muestras iniciales, optó por un estilo ligeramente desgastado, con efectos de envejecimiento y un toque sombrío.
El proyecto estaba claro: montar, conversionar y pintar un ejército de Templarios Negros que no solo cumpliera, sino que superara sus expectativas, convirtiéndolo en un referente visual.

Foto del proyecto nivel Premium

Cien batallas reflejadas en el desgaste de sus armaduras

El desarrollo de este proyecto fue tan épico como el ejército que creamos. Desde el primer día, trabajamos en estrecha colaboración con el cliente, manteniéndolo informado y mostrándole avances diarios para asegurar que cada decisión reflejara su visión.
Iniciamos con el montaje y la personalización. Cada miniatura fue adaptada con elementos extras: bits en resina impresos en 3D, tabardos esculpidos y detalles únicos que aportaban carácter a las figuras. Una vez aprobados, avanzamos al pintado.
Para las armaduras blanco marfil, aplicamos capas iniciales con aerógrafo, seguidas de detalles a pincel. Las capas y tabardos rojo vino fueron cuidadosamente degradados para realzar su profundidad, mientras que las decoraciones doradas y los efectos de desgaste añadieron autenticidad. En las figuras clave, como el paladín, se realizaron freehands que llevaron el detalle al siguiente nivel.
Las bases, que simulan un paisaje árido con cráneos y rocas, fueron la última etapa antes de completar el ejército. Cada avance fotográfico generaba una reacción entusiasta por parte del cliente, quien pudo ver cómo su visión tomaba forma día tras día. El resultado final fue un ejército tan impresionante como personalizado.